Nueva Declaración Pública: La nefasta tragedia del control de identidad
preventivo
Ha ocurrido lo que tantas y tantos temíamos. El día 5 de abril, la sala
del Senado aprobó el control de identidad preventivo. Así, ha quedado a un paso
de convertirse en ley la más peligrosa medida de la que se tenga recuerdo
contra los derechos fundamentales de las mujeres y hombres que habitan en este
país. O más bien, contra los derechos fundamentales de las mujeres y hombres
pobres de este país. Contra los derechos de los excluidos, marginados,
invisibilizados y oprimidos.
Sí, el control preventivo de identidad que la sala del Senado acaba de
aprobar es una medida que tiene rostro y clase. Queremos decirlo con claridad:
para los pobladores y pobladoras de La Legua, esta medida es una tragedia.
Si el nuevo control de identidad llega a convertirse en ley, se habrá
dado rostro legal al abuso crudo y permanente. Con esta nueva figura, los funcionarios
y funcionarias policiales tendrán la facultad para requerir la identificación a
cualquier persona sin mediar explicación alguna. Si la persona no tiene cómo
acreditar su identidad, podrá ser llevada a una Comisaría y, en la misma, ser
retenida hasta por cuatro horas.
En La Legua, durante quince años, los pobladores y pobladoras han
aprendido lo que significa un control de identidad. Han aprendido que bajo la
justificación de320_1214_carabineros_11 este control los policías los obligan a
desnudarse y les tocan sus partes íntimas. Han aprendido que se les pide la
cédula de identidad, y que, aunque la tengan en su poder, son obligados a subir
al furgón, dentro del cual son insultados y golpeados por los funcionarios de
turno. Han aprendido, también, que si andan sin la cédula de identidad, pueden
ser detenidos hasta por ocho horas, en Comisarías en que nuevamente se les
golpea, insulta y humilla.
En la discusión del nuevo control de identidad, los parlamentarios y
parlamentarias han dicho que si el control es aplicado arbitrariamente o se
produce algún abuso, la gente podrá usar las vías de reclamo pertinentes. Una
vez más, quienes legislan demuestran un desconocimiento absoluto de la realidad que viven las mayorías
de este país.
Desconocen los parlamentarios que cuando los pobladores y pobladoras de
La Legua tratan de interponer un reclamo contra un funcionario policial son
denigrados por las autoridades de Carabineros, recibiendo un trato humillante y
amenazas. Ignoran, también, que el nivel de impunidad policial es tan grande
que las víctimas deben convivir a diario con los funcionarios que abusaron de
ellos. Si quieren acudir a la justicia militar, se encuentran con un sistema
que no acoge sus reclamos, que opera bajo el secreto e invisibiliza el dolor.
Los pobladores y pobladoras han aprendido, en síntesis, que los abusos
policiales operan impunemente y de forma sistemática. Con esta nueva medida,
nada de ello cambiará. Por el contrario, existirán aún menos garantías. Quienes
legislan lo seguirán justificando desde el vacío e ignorante discurso de la
seguridad. Para los pobladores de La Legua, en cambio, será la legalización
definitiva de prácticas represivas, discriminatorias y violentas que desde hace
15 años han truncado sus vidas.
Comité de Defensa y Promoción de Derechos Humanos de La Legua
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